miércoles, 1 de enero de 2025

LAS MILICIAS GITANAS

Que Sebastián Miguel de Varas y Miranda tuvo que ser una persona con un carisma especial es algo de lo que nos quedan pocas dudas después de conocer un poco más de su vida. El hecho de que liderara a los gitanos trianeros en la fundación de nuestra cofradía ya lo prueba, pero existe un sorprendente documento, que hasta ahora no se había relacionado con su persona, y por el que podemos conocer otra genial iniciativa suya, sólo nueve años después de la aprobación de nuestras reglas1.

En las últimas entregas sobre sus andanzas dejamos a nuestro fundador en torno a 1760, viviendo en el Compás de la Laguna y próximo a iniciar otro viaje a las Indias2Se da la circunstancia de que es alrededor de estas fechas cuando Sebastián Miguel y sus hijos dejan de aparecer en los padrones de la Parroquia del Sagrario con el apellido De Varas y adoptan el de Miranda. El hecho de que aquí firme simplificadamente como Miguel de Miranda es lo que ha despistado a los historiadores que no han relacionado este documento con el fundador de la Hermandad de los Gitanos. Fue nuestro hermano Francisco José Hevia Franco quien me enseñó que en un índice de mediados del siglo XIX existía este curioso documento relacionado con él. 

Es coincidiendo precisamente con la vuelta de Sebastián Miguel de esta navegación3, cuando se precipitan una serie de acontecimientos históricos y, el 4 de enero de 1762, el Reino Unido de Gran Bretaña declara formalmente la guerra a nuestra nación, por su alianza con Francia. El país se moviliza ante la inminente contienda bélica y en distintos puertos y ciudades españolas se organizan por iniciativa de Carlos III unas milicias urbanas. Conformadas por artesanos, menestrales y distintos gremios, dichas milicias tenían como función colaborar en la defensa de estas plazas en ausencia del ejército regular.


Las milicias urbanas de Cádiz vistas por el litógrafo José Villegas.


Conocedor, quizás por algún familiar, de que en Cádiz se han constituido estas milicias con la participación de algunos castellanos nuevos, Sebastián Miguel y Simón Ysidro García4 , tras otorgar previamente ese mes de enero de 1762 sendos poderes a los procuradores de la Real Audiencia Francisco de Paula Andrades, Juan Antonio Rodríguez y Miguel de las Cuevas para que les representen5, escriben una instancia a la Junta de Guerra para formar en Sevilla no una, sino dos compañías integradas exclusivamente por gitanos. El memorial, conservado entre los papeles que el municipio adquirió tras la muerte del Conde del Águila6, dice así:

11Mar1762

Sres. de la Junta de Guerra = Miguel de Miranda y Simón Ysidro García, vecinos de estta ciudad a quienes llaman castellanos nuevos, con el respeto que dizen, que siendo nottorio los esfuerzos que se hacen para servir a S<u> M<ajestad> (que Dios guarde) en la presente Guerra y estimando lo que emplean y demás de sus familias por la maior honrra el acredittarse vasallo de S<u> M<ajestad> (que Dios guarde) desean servirle alenttándoles el exemplar de lo acaecido en la ciudad de Cádiz en la que se ha formado una compañía con aprobación y aplauso del Ex<celentísi>mo S<eño>r Gobern<ado>r y Then<ien>te de Rey de aquella plaza, y no siendo menos fervorosos los suplicanttes y consttándoles que esta ciudad y su Arzobispado podrán juntarse hasta 100 mozos solteros de edad desde 18 hasta 40 a<ños> de que pudieran formarse dos compañías para que aplicadas en qualesquiera puerto o resguardo sirviesen a S<u> M<ajestad> conttra los enemigos actuales de la corona, esttán promptos los que suplican a que siempre que V.S. los avilitte y les mande dar auxilio para recoger los referidos 100 mozos solteros cumpliran efecttivamente su propuestta logrando la prácttica de su afecttuosa inclinación en obsequio de su Rey a cuyo fin hacen a V.S estta representtación= Suplicando a V.S. se sirva admittirla dando sobre ello y su conttenido la providencia que ttenga por más convenientte para el deseado fin de lo que suplican en lo que receviran m<erce>d que con just<ici>a esperan de V<uestra> S<eñoría>s= Miguel de Miranda

Tras la instancia aparece un informe de D. Jerónimo Ortiz de Sandoval y Ortiz de Sandoval, caballero veinticuatro y procurador mayor perpetuo de la ciudad, con el siguiente tenor: 

Junta de Guerra de 13 de marzo de 1762.

Acordose de conformidad= en vistta de memorial de Miguel de Miranda y Simón Ysidro García, castellanos nuevos, someterlo al sr conde de Mejorada veintiquatro y Procurador Maior para que ttomando las mas seguras notticias informe su señoría a la Junta

Informe= En cumplimiento del anttecedentte Acuerdo devo hacer presentte a V.S. que aviendole escriptto al cavallero Procurador maior de la ciudad de Cadiz me responde que en aquella ciudad no se a levanttado ttal compañia de Gittanos: que aviendo alisttado el vecindario se han incluido en calidad de vecinos: Encuenttra muchos y mui graves inconvenienttes en la prettencion que inttenttan los de aqui, y yo hallo los mismos, pues de ninguna forma conviene adiesttrar a las Armas a una gentte ttan propensa a lo que es nottorio y que es su ordinaria ynclinacion, dentro de estta ciudad consisttirá el número de Gittanos solteros aviles en diezyocho a cortta diferencia para las compañias que intenttan formarse quieren que se les de Lizencia de irlos a buscar a ottros pueblos, la salida, y la buelta es un mar de perjuicios e inconvenientes: Por lo que soy de parecer que se les niegue la pretencion que hacen, Sevilla 31 de marzo de 1762=El Conde de Mejorada=

No se vio este Ynforme=


Desgraciadamente, como vemos en el informe del Conde de Mejorada, una vez más se impusieron los prejuicios y el recelo ¿Adiestrar en las armas a una partida de gitanos? ¿Permitirles ir de pueblo en pueblo buscando integrantes que completaran esas milicias? Eso no podía ser. Una crónica manuscrita de la Sevilla de aquellos años, también perteneciente a los legajos del Conde del Águila, nos aclara el final de aquella iniciativa.

"Hasta los gitanos pretendieron distinguirse, ofreciendo a la Junta de Guerra poner el Pie en Compañía de Infantes de tropa irregular, compuesta de ellos mismos, que no se les admitió" 7

Quizás Sebastián Miguel, que había demostrado con la creación de la hermandad que los gitanos eran tan buenos cristianos católicos como los que más, quiso aquí testimoniar que tampoco se podía dudar de su patriotismo, puesto que eran tan españoles como gitanos, ¿No había su propio padre perdido la vida junto a don Blas de Lezo en el famoso sitio de Cartagena de Indias defendiendo a su rey? Pero el asunto quedó en eso, en una curiosa instancia conservada en los archivos municipales de Sevilla firmada por un tal Miguel de Miranda, nuestro Sebastián Miguel de Varas y Miranda. 


1. Archivo General del Arzobispado de Sevilla. Sección III (Justicia), serie Hermandades, legajo 12: Reglas de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Madre de Dios de las Angustias. Las primeras palabras que aparecen en nuestras primeras reglas corresponden a su nombre: "Sevastián Miguel de Varas, vezino de esta Ciudad ..."

2. VÁZQUEZ ALEJO, Juan Carlos. "Notas sobre el fundador de la Hermandad de los Gitanos: Sebastián Miguel de Varas y Miranda". Hermandad Sacramental de los Gitanos - Cuaresma 2024. Sevilla, p. 176-178. Véase NOTAS SOBRE EL FUNDADOR DE LA HERMANDAD DE LOS GITANOS: SEBASTIÁN MIGUEL DE VARAS Y MIRANDA

3. Archivo de la Parroquia del Sagrario de la Catedral de Sevilla. Libros Sacramentales. Padrones nº 35 (1763, 1764, 1765). Año 1763. Padrón 3º, fol. 29, n. 357. La ausencia de su nombre en los padrones de 1761 y 1762 pone de manifiesto la duración de este viaje. En el de 1763 lo encontramos viviendo en el Compás de la Laguna en la "Cassa de la Soledad" con su familia que aparece de la siguiente manera: Miguel Miranda, María García, María Miranda, Pedro Miranda, Juan García, Luiza de Flores, Juan García, Manuel García, Juana García, María García, Gabriel Miranda, Miguel Miranda. 

4. De Simón Isidro García hablaremos en otra ocasión, pero adelantamos que se trata de otro "castellano nuevo" fundador de la hermandad, vecino de Triana y posteriormente de los Humeros. Su hija, Juana García, contrae matrimonio con otro insigne hermano: Gerónimo de Campos, dando lugar a una saga de hermanos ilustres.

5. De manera independiente dan poder a procuradores, Sebastián Miguel de Varas y Miranda lo hace el 15 de enero de 1762: Archivo Histórico Provincial de Sevilla. Secc. Protocolos. Signatura 11179. Oficio 17. Año 1762. Libro 1º. Fol. 57 r y vtº; Simón García lo hace en fecha 27 de enero de 1762, donde Sebastián Miguel de Varas aparece como testigo: A.H.P.Se. Secc. Protocolos. Signatura 11179. Oficio 17. Año 1762. Libro 1º. Fol. 92 r y vtº.

6. Archivo Municipal de Sevilla. Sección XI. Archivo y Biblioteca del Conde de Águila. Siglo XVIII. Sección Especial. Guerra. Tomo 29.

7. A.M.S. Secc. Conde del Águila, tomo 3 en cuartos, nº 9, pág. 147.

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