domingo, 1 de septiembre de 2019

SOBRE LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL PASO DE PALIO EN LOS GITANOS (II)


Nada más clásicamente sevillano que el paso de palio de una cofradía. Su forma de andar, sus cánones estéticos depurados por los siglos, ese encuadre con que fija la atención del espectador en las estrechas calles de nuestra ciudad. Puede que fuera seguramente aquí donde se ideó esta manera de procesionar a la Madre de Dios, y nuestra corporación no ha sido nunca una excepción en este aspecto, aunque los muchos avatares por los que ha pasado a través de su historia nos plantean determinadas lagunas que empezamos a tratar de aclarar en un artículo publicado en el último boletín y que pretendemos seguir dilucidando. Hoy queremos barajar los datos que tenemos de los primeros palios de la hermandad.

El primer palio que cobijó a nuestra antigua Virgen de las Angustias fue el prestado por la cofradía de las Tres Caídas de Triana en 1757. Poca descripción encontramos al respecto cuando ya hablamos de ello unas entradas atrás (Ver aquí "Un primer préstamo con la de las Tres Caídas"). 

A día de hoy no conocemos cuándo ni cómo fue el primer palio que tuvo en propiedad la hermandad. Pero por un documento fechado en julio de 1818, con la finalidad de recuperar determinados enseres, podemos saber algo de él por como se le describe: “El cielo del paso de la Virgen de terciopelo negro; La Zenefa del Paso de la Virgen también de terciopelo negro;[…] El cielo raso o forro de el Paso de la Virgen de Damasco morado con flequillo de seda de colores.”(1)

Inventario de los bienes recuperados por la hermandad en 1818. Archivo General del Arzobispado de Sevilla.

En 1819 lleva los pasos prestados por la Amargura, entonces en una etapa de postración, constando así en las crónicas de la época:  "Habiendo la cofradía de los Gitanos llevado recurso a la Audiencia sobre el día que habían de salir [...], por lo que salió esta tarde con Nazarenos y con regular orden y lucido aparato, llevando los pasos de San Juan de la Palma." (2). El préstamo era de lo más lógico, a pesar de que un año antes se hubiera recuperado el antiguo palio. Después de tres décadas guardado en un baúl, en la casa del procurador D. Patricio de Puertas, que quedó como depositario de los bienes de la hermandad cuando ésta sufrió la orden de extinción, los enseres debían de estar en un estado más que lamentable.

En el Jueves Santo de 1827 vuelve a llevar prestados los pasos de las Tres Caídas de Triana (3) 

En 1829 se estrenan ambos pasos de la cofradía y Félix González de León nos aporta alguna noticia al respecto; "Las peanas de los dos son muy sencillas, de tableros jaspeadas, y el de la Virgen con su competente palio de terciopelo negro con varas de madera pintadas(4).



Recreación del palio en la primera mitad del XIX

Suponemos que este palio sufriría mucho en los años ocultos de nuestra cofradía, esos que median entre su última salida desde San Esteban, su traslado a San Nicolás -desde donde le es imposible hacer estación- y su llegada a San Román en 1880. Algunos hermanos antiguos nos contaron como D. José Manzano Pérez, ya a mediados de los años cincuenta del siglo XX, consiguió recuperar de San Nicolás aquellos antiguos varales de madera y llevarlos a San Román, desconociéndose el destino que finalmente tuvieron. 

Es posible que precisamente esta falta de un paso y un palio dignos para nuestra santísima titular fuera precisamente lo que retrasara la primera salida de la cofradía desde este último templo hasta 1891. Paso de Cristo si existía y se conservaba, y de hecho en la década de los ochenta de aquel siglo se prestó a la Hermandad de las Penas para sus primeras salidas procesionales. Es probable que el antiguo Señor de la Salud procesionara sobre él en aquella salida en rogativas por la peste que se realizó en 1885.

El caso es que en 1891 la Esperanza Macarena estrena el palio de terciopelo negro de Juan Manuel Ródriguez Ojeda que luego pasaría a la Estrella, y deja de utilizar el de plata roult de Ysaura que hasta entonces había utilizado, con lo que nuestra cofradía ve el cielo abierto. Se desconoce si hubo una cesión, un préstamo, o una venta, bien de la hermandad, o bien del propio bordador, al que pudiera haber pasado el viejo palio como parte del pago por su trabajo. Está por estudiar desde luego la labor de mecenazgo que el mismo Rodríguez Ojeda realizó con nuestra corporación, que fue importante, pero el caso es que ese palio, con ligeras variaciones, es sobre el que procesiona nuestra antigua titular en sus primeras salidas desde San Román hasta 1905.



Bajo el palio de Ysaura acompañada de San Juan
retratada por Almela posteriormente al año 1891. Fototeca Municipal de Sevilla. 

Como ya explicamos en la primera entrega de esta serie, en 1905 el referido palio de Ysaura se adapta para darle uso a modo de respiraderos. Este "reestreno" con otra función es el que debió confundir a Juan Carrero Rodríguez en sus "Anales de las Cofradías Sevillanas", y con él a buena parte de la historiografía cofrade que le siguió.



(1) Boletín Hermandad de los Gitanos nº 23. Octubre 1993. Página 23. Documentos para la historia. 
(2) (A)rchivo (H)istórico (M)unicipal de (S)evilla, sección XIV (Crónicas Sevillanas de González de León) tomo 21. Año 1819. Páginas 36-37. Jueves Santo 8 de abril.
(3). A.H.M.S. Crónicas Sevillanas de González de León. Tomo 31 (1827), página 12.
(4) Gonzalez de León, Félix.  Historia critica y descriptiva de las cofradías de penitencia, sangre de luz, fundadas en la ciudad de Sevilla, con noticias del origen, progresos y estado actual de cada una, y otros sucesos y curiosidades notables. 1852. Página 113.