lunes, 1 de enero de 2018

UNA REUNIÓN EN LA CALLE CASTILLA

Tras un tiempo, me dispongo a escribir la primera entrada en el blog de nuestro hermano José Luis Dorado. 
Junto con él, comparto el anhelo por descubrir y saber más de la historia de nuestra Hermandad de los Gitanos. Y no podía estrenarme de otra forma que dejando por aquí una singular entrevista realizada a la Junta de Gobierno a finales de la década de 1920, en concreto la de 1928. 
La hallé recientemente en la hemeroteca de El Correo de Andalucía. Desde aquí agradezco el trato y la amabilidad por parte del mencionado periódico a la hora de permitirme acceder a su hemeroteca. 

Dicho artículo fue publicado ocupando la contraportada de la edición de El Correo de Andalucía del miércoles 14 de marzo de 1928, durante la cuaresma de aquella particular Semana Santa de la que ya hablaremos otro día. 
Sin querer adelantar nada más, transcribo al completo la entrevista:


COFRADÍAS

La Hermandad de los Gitanos, de San Román

Vega, el tío de Gitanillo, secretario 15 años de la cofradía, nos dice…

UNA REUNIÓN DE COFRADES “VERDÁ”LAS REFORMAS DE ESTE AÑO. 
LAS BANDAS Y EL DESFILE. LOS DEVOTOS DEL SEÑOR. LA FUNCIÓN SOLEMNE. PONIENDO LOS “PASOS”. LAS SAETAS SENTÍAS. ¡“NÁ” DE RETRATOS!.


Las cuatro de la tarde del domingo.
En el café.
Un amigo cofrade nos dice:

­­- ¿Quiere usted hacer una cosa típica de Cofradías?

- ¡Cómo no!

Y a los pocos minutos nos hallamos en el nervio de Triana, en la calle Castilla.

La mesa está ocupada por un grupo de “incondicionales de la Hermandad de los Gitanos, de San Román (Santísimo Cristo de la Salud y María Santísima de las Angustias).
Todos viven por Triana. La mayor parte “por er lao allá de Pagé der Corro”, por la castiza y pintoresca Cava.
Son- y ellos se enorgullecen de decirlos- “cañís fetén”, de los legítimos, de “los güenos” ... ¡Buena gente, amable y acogedora por demás!
Don Andrés Espinosa, obeso y popular administrador, procurador y cofrade trianero, hace las “presentaciones” de rigor (él y yo somos los únicos “extranjeros” en la reunión de los “morenos”).

-Aquí el señor que escribe en EL CORREO, muy entusiasta de las Cofradías quisiera hablar de vuestra Hermandad y de sus reformas este año….; mis amigos de antiguo, don Juan Vega, tío de Gitanillo de Triana, que tiene su fragua de clavos y peroles en la Cava; don Ramón Bermúdez, vendedor  y tratante, actual hermano mayor; don Francisco Moreno Rufino, mayordomo accidental; don Nicolás Moreno y don Antonio Moreno, “principales” de la Cofradía (1) ; don José y don Manuel Bermúdez, entusiastas hasta el hueso del Cristo de la Salud; don José Caballero (2), conciliario, que no quiere hacer esta tarde “manifestaciones; don Manuel Vega, otro gran “capillita”…

Luego poco a poco, van llegando a la tertulia otros simpáticos y activos cofrades que vienen ahora de los toros, de la Pañoleta, de sus tratos; de ver caballos y rucios que se pelan “a lo garzón” … A alguno tal vez le asome por el borde superior de su faja ancha y “lustrosa” la punta de la tijera decapiladora…
El padre de Gitanillo también es de los cabales.
Cagancho y Gitanillo, los dos buenos toreros de bronce, también son de la Hermandad. Ya han ofrecido salir este año y hasta hacer alguna cosa buena “para que la Hermandad pueda salir con más lujo”, que la Virgen y el Señor se lo merecen todo…

Nos lanzamos a preguntar. Al principio “están una mijita metíos en sí”, pero luego se animan, sin recelos, ayudándonos todos con generosidad a la área informativa.


-¿…?

- Aquí se pué desí que tóo semos gitanos. Semos unos siento. Hay otras personas que son de Sevilla, de San Román… Pero casi tóo somos de aquí, de Triana, donde nos hemos criao como nuestros padres, como nuestros abuelos y bisabuelos, que tamién eran mu entusiasta del Cristo y le pedían a Él las cosas difisiles, ¡Las cosas de la Audiensia!...

-¿…?

-Es una Hermandá desde luego probe, pero mu quería. Aquí tóos los que hasen clavos, sartenes, peroles, canastas, puyas, ganchos (de ahí viene el mar nombre de “Cagancho”: de tío Antonio, abuelo de Cagancho, que vendía ganchos de pasas: ca-gancho… dos reale), quieren mucho al Cristo de la Salú… Yo tengo en mi casa ala cabesera un retrato y mi compare tiene otro….
(Un simpático muchacho, muy vivo, va por un retrato del Señor, que viene al rato tras las protestas consiguientes de su ama “que no quiere dejarlo salir”. (“¡Er Señó no sale de la casa!”) Y sólo lo deja cuando ve “que no es na má pa vista”)

-¿…?

- La función la tenemos este año como siempre- dice el mayordomo- el Viernes de Dolores. Es de tres padres, y nosotros se lo dejamos todo al padre cura, de San Román, para que él la prepare a su gusto. Don Antonio (el párroco) lo hace todo muy bien (3).

-¿…?

-Necesitamos personas que nos ayuden- dice el hermano mayor; - nosotros aceptamos cosas de todo el mundo, aunque no sean “de los nuestros”.

-¿…?

-Este año hemos restaurado los candelabros, y estrenamos los guardabrisas de “paso” del Señor. 
Los respiraderos, los varales y la candelería del “paso” de la Virgen salen completamente reformados y plateados. El palio tendrá unos nueve años y el manto unos ocho. Quisiéramos arreglarlos y hacer otras mejoras. 
¡Ojalá tuviéramos dinero para todo lo que quisiéramos!... Diga usted a las buenas personas, a las que quieren a las Cofradías, que se acuerden de nosotros, que somos muy pobrecitos… Pero que todavía no nos hemos quedado ningún año sin salir. A última hora, si no hay dinero, nos metemos por los comercios y siempre se coge. Y si no basta esto se vende algo de la casa…

¿…?

-Queremos llevar la caballería delante, abriendo marcha; un teniente amigo nuestro lo está gestionando; veremos si puede ser. Si no llevaremos en su lugar la banda de cornetas de San Juan. Con el Señor irá (detrás) la estupenda banda de Ingenieros (4) , y con la Virgen, la de música de Valencina (5), que toca muy bien.

-¿…?

-Nuestra hora oficial de salida son las dos y media de la madrugada del Viernes, y la de paso por la Plaza, las cuatro. Pero siempre pasamos mucho más tarde. Demasiado tarde… ¡Si “andaran” las de delante!... Así estaríamos también más temprano, a las seis, a las siete y no a las nueve, a las diez, como ahora.


Todos intervienen ahora afablemente en la conversación pasado “el reparillo”. Don Andrés echa de cuando en cuando el capote, y surgen comentarios, consejos y opiniones de amigos.
Vega, el buen Vega, moreno cetrino y bronceado, mueve con ademán pausado, majestuoso y lento su diestra sarmentosa de viejo patriarca del trabajo de las fraguas. Con emoción, casi con lágrimas, nos habla de su hijo Joaquinito- segundo secretario de la Hermandad- que murió en la flor de su vida. 
Desde que se fue Joaquín el complaciente y afable anciano está que no sabe lo que se hace; vencido, como si le hubieran echado una gran losa encima del corazón. Luego, al rato, nos habla de su sobrino, de Gitanillo de Triana, orgullo de la casa de los Puyas. Pero el torero está ahora en Sevilla, conduciendo “automóviles, en lugá de llevá un buen caballo” ….

Nos despedimos de esta buena gente trianera y prometemos volver. Hasta otro día.
Ahora empieza el trabajo de colocar los “pasos” (las parihuelas están siempre en San Román). Son días de inquietud y de lucha, de ilusión renovada…

¡Adiós, amigo, hasta el Viernes por la mañana en San Pedro, que no faltaremos para ver vuestra cofradía hacia el templo!
Y que haya también este año, como todos, saetas y oraciones- que son cosas que el pueblo confunde- peticiones y súplicas. Cosas de verdad, del corazón, que salgan de allá adentro.
Saetas y oraciones sentidas, emocionadas, con la voz llena de lágrimas. 
Como esas que en la sublime y transparente madrugada del Viernes, cuando las sombras cárdenas van huyendo y la aurora tiñe de rosa la vida, he oído cantar muchas veces a alguna devota hermana vuestra, con la emoción gitana en los labios y mucha fe en el corazón.
Mientras vosotros llorábais conmovidos ante la hermosa efigie del Señor de la Salud.

“Pare de los Gitanos buenos” …

Con el sombrero en la mano, como despedida y recuerdo, decimos que vamos a hacer un retrato de la reunión. Bermúdez entonces se yergue y dice: “Usté perdone, pero no pués sé, aquí no se retrata naide”
-“Hombre, ¿por qué no?”- “Amigo, porque no. Yo tengo mis razones. ¡Si sabré yo!... Además que es superstisión. Que como me retrate, me va a pasá algo malo. ¡Palabra! Yo no entro por los progresos…”

MAESE PEDRO.



Fotografía del Señor de la Salud que acompañaba la entrevista.
Quizás el retrato que enseñan al periodista.

(1). Los "principales" de la cofradía son los hermanos Antonio y Nicolás Moreno Vega. Hijos de Nicolás Moreno Camacho que sacó a la hermandad en 1891 por primera vez desde San Román.
(2). El entonces consiliario José Caballero, ocupó anteriormente el puesto de Hermano Mayor en 1922. (H.M.S. La Unión. 15 de abril de 1922. Página 2).
(3). El párroco al que refieren es Don Antonio Ruíz de Vargas y Muñoz, sobrino del canónigo y escritor Muñoz y Pabón. D. Antonio fue fundador y Hermano Mayor de la Bofetá.
(4). Se trata de la Banda de Cornetas y Tambores de Ingenieros, formada por militares que tocó tras Nuestro Padre Jesús de la Salud en diversas ocasiones: 1927-1928, 1931, 1934, 1939-1940.
(5). La Banda Municipal de Valencina de la Concepción tocó solamente detrás de la antigua Virgen de las Angustias en los años 1927 y 1928.