sábado, 1 de julio de 2017

UN VIEJO PETITORIO Y SUS CURIOSOS ESCUDOS

Dice en 1882 D. José Bermejo refiriéndose a nuestra hermandad que, "aunque la mayoría de sus individuos es pobre, son en las póstulas más afortunados que los de otras; y mediante ese recurso y algún celo podrían sufragar los gastos de la estación". Se refiere el cronista a las cuestaciones que las cofradías realizaban para conseguir financiar los gastos de la salida procesional. La subvención municipal ayudaba, pero ni siquiera sumado el importe de las papeletas de sitio era bastante para afrontar la multitud de gastos que ocasionaban el quinario, la función principal y sobre todo la estación de penitencia, así que se recurría a la generosidad de las gentes del barrio, y sobre todo de los pequeños comerciantes e industriales, para que en los días grandes todo estuviera a la altura de las circunstancias (1).

Altar de un quinario en la recién reconstruida parroquia de San Román a principios de los cincuenta.

El documento que hoy traemos a estas páginas es uno de estos petitorios, una circular impresa por D. Francisco Vera Mármol en su taller de la plaza de la Europa (2). Pertenece a una tirada realizada para el quinario de 1951 de la que parece que sobraron copias, y la mayordomía, dirigida entonces por el inefable Joselito Lérida y Vargas, recurrió a colocar hábilmente un tres manuscrito sobre el número del año para aprovecharlas en 1953.


Llaman también poderosamente la atención los escudos de la corporación. Tanto el impreso en el membrete del propio petitorio, de tipo francés, que es el mismo que figura en las viejas hojillas de inscripción de los años cuarenta, como el que aparece en el estampado con el sello de caucho, aún más antiguo y sencillo, con sólo el corazón agustino bajo el capelo arzobispal.

Del primero confieso que desde la primera vez que lo ví en las antiguas hojillas del pasivo de hermanos me pregunté sobre el significado heráldico del elemento vertical que figura entre los dos óvalos con el corazón y el escudo castellano ¿era la stipes de una cruz patada? En los antiguos paños de bocina que se conservaban en la priostía aparecía también una especie de cruz de San Juan. Con el tiempo este símbolo se sustituiría en nuestro escudo por la cruz arzobispal, y después por un viril, aludiendo al carácter sacramental de la corporación ¿pero qué era aquello?




Observando viejas fotos creo haberle encontrado una explicación. Cuando se adquiere el palio que había pertenecido a la Virgen del Rosario de la hermandad de Montesión se modifica el escudo que figuraba en el mismo, adaptándolo a la heráldica propia de nuestra hermandad, pero hay un espacio vacío entre el bordado de Rodríguez Ojeda que tiene la misma forma, y que de una manera o de otra, alguien tomó prestado para nuestro escudo sin mucho fundamento.

El antiguo palio de Montesión con su configuración original


El mismo palio, reformado por el propio Rodríguez Ojeda, cobijando a la antigua Virgen de las Angustias.

En cuanto al escudo sellado abajo de la circular con un tampón, contiene un detalle que puede pasar desapercibido, y es que se intitula a la Santísima Virgen como "Nuestra Señora de las Angustias". Me trae a la memoria esto a hermanos de otros tiempos, que cuando se referían en la intimidad a Ella no se permitían más familiaridad que llamarla "La Señora". Es como hemos dicho éste un escudo más antiguo que el anterior, probablemente de principios del siglo XX, pero que como vemos se seguía usando aún en los años cincuenta.

Adquirí esta circular en una página de coleccionismo (3), y como no recuerdo que se conservara ningún ejemplar de estos petitorios en el archivo de la secretaría (quizás sí haya alguno en el de la mayordomía), tengo intención de entregarla a la hermandad, pero antes he querido compartirla con ustedes, los lectores de este blog, por sus muchas curiosidades históricas. Esperemos que haya sido de vuestro agrado.



(1) El periodista Gil Gómez Bajuelo, en un artículo publicado en el diario ABC el 17 de marzo de 1951, estimaba en una cantidad cercana al millón y medio de pesetas lo que en aquella época suponía sacar a una cofradía a la calle.


(2) Gran benefactor de la cofradía, al impresor D. Francisco Vera Mármol se le concedió el título de Hermano Mayor Honorario.

(3) La adqurí concretamente en el portal "Todocolección" a D. Javier de la Torre León, conjuntamente con una convocatoria de mano para los cultos cuaresmales de 1953 de la que ya hablamos en el blog.