viernes, 8 de enero de 2016

DOS FOTÓGRAFOS EN UNA MAÑANA DE VIERNES SANTO



Los aficionados a la fotografía antigua saben de la importancia de los pequeños detalles a la hora de estudiar una vieja instantánea. Son esos datos los que ayudan a fecharlas, a situarlas en el tiempo y el espacio, y buena muestra de ello dan las que hoy publicamos en el blog, realizadas según creemos la misma mañana de un Viernes Santo por dos afamados fotógrafos: Cecilio Sánchez del Pando (1889-1950) y Juan José Serrano Gómez (1893-1969).

Sánchez del Pando, que había abandonado la carnicería de su padre en el Mercado de la Encarnación para consagrarse a su afición fotográfica, trabajó para la revista Bética y diarios como El Liberal o la Unión Ilustrada, y buena parte de su obra, conservada en la Fototeca del Archivo Municipal, está dedicada a nuestra Semana Santa.

La primera imagen que hoy traemos fue impresa y comercializada como tarjeta postal por la librería religiosa de Eulogio de las Heras, sita en la calle Sierpes. Aparece la antigua efigie del Señor de la Salud sobre el paso en el que procesionó hasta los años treinta del pasado siglo. Los anales de las cofradías de Juan Carrero Rodríguez cuentan que nuestra corporación lo estrenó en 1914, pero la canastilla al menos se sabe que perteneció a la Hermandad del Valle, y que ya en junio de 1899 estaba en poder de nuestra hermandad tras su venta por aquella corporación (1). De hecho se prestaba a la de San Roque ya en sus primeras salidas procesionales a principios de siglo XX, por lo que es seguro que el “estreno” de 1914 que menciona Carrero no fue más que una reforma del mismo.


El primer detalle que nos ayuda a fechar la tarjeta postal son los barrocos candelabros, que se utilizaron a principios de los años veinte del pasado siglo. Ya a mediados de la década este mismo paso portaba otros candelabros más gráciles y estilizados. Otra cuestión que se nos plantea es el lugar donde se tomó. La imagen no da muchas pistas, pero es la plaza de Los Terceros, entre lo que hoy es la Taberna de los Terceros y la librería anticuaria. Se observa a la derecha un establecimiento dedicado, como se ve en el rótulo comercial, a “Paquetería, Mercería y Novedades”, y buscando en una Guía de Sevilla de 1923, de las que editaba Gómez Zarzuela, encontré que en el número 15 de dicha plaza había un comercio de este tipo regentado por D. Ricardo Reina Fuentes. Los originales herrajes de la balconada del edificio que aparece tras el Señor ya no existen en la actualidad, toda la fachada se remozó, y lo que antes era el número 14 hoy es el 12.

La foto parece querer contarnos tantas historias como personas aparecen. Vemos en un balcón a un caballero junto a sus hijos que se quita el sombrero como señal de respeto al Señor. Un matrimonio anciano se asoma a otro balcón, como aferrándose a él para contemplar a la Bendita Imagen. Delante del paso un numeroso grupo de paisanos tocados con sombreros de ala ancha o mascotas, y a la vera del mismo unas señoras, con el pelo recogido a la moda de la época, caminan tras un guardia civil de adusto bigote, con tricornio de gala y fusil a la funerala, que parece observar directamente al fotógrafo. Parte de la chiquillería camina junto al paso, y otro grupo de chavales miran como extasiados al imponente Nazareno que perdimos. Fijaros en los faldones y en como los han levantado para refrescar a los costaleros, porque ese detalle nos lleva a la segunda foto, más conocida, que había realizado el otro fotógrafo, Juan José Serrano, unos metros antes, a la altura de San Pedro. 


Serrano, toda una institución del periodismo gráfico del siglo XX, se vino a vivir a Sevilla en 1917 tras su admirado Joselito el Gallo, y aparte de en su estudio de O’Donnell, trabajó prácticamente para todos los diarios sevillanos de la época hasta recalar en 1929 en ABC.

Efectivamente en esta foto los faldones están colocados exactamente del mismo modo que en la de Sánchez del Pando. El Señor viste la misma túnica de tono claro, e incluso la disposición del exorno floral que cae sobre el moldurón delantero con el escudo de la Hermandad es idéntica ¡Y ahí está también nuestro civil! Al fondo vemos el edificio que separaba a la antigua y estrecha calle Imagen de la desaparecida calle Bolsa, con un establecimiento de coloniales en la planta baja. Ojo también a la balconada del piso principal, bajo el anuncio del coñac Terry. En nuestro grupo publiqué otra foto tomada prácticamente en el mismo lugar unos años después, a finales de la misma década, en la que la tienda de ultramarinos ha sido sustituida por un bar y se ha abierto un nuevo vano entre los dos que vemos aquí, que es como estaba el edificio cuando se derribó, tal como aparece en una instantánea que se le hizo cuando se realizaba el ensanche. A la derecha se ve el rótulo de la calle Alcázares, que era el nombre de la actual Santa Ángela de la Cruz. La que hoy es Alcázares se llamaba Coliseo. Aquí si aparecen nazarenos, vistiendo la antiguas túnicas blancas de cola con cinturón de esparto y el antifaz negro, que se usaron hasta el año de la Exposición Iberoamericana del 29, en el que se estrenaron las actuales. Observamos también a un policía tocado con ese casco parecido al que aún usan los bobbies ingleses, pero el detalle más entrañable para mí es esa jovencísima pareja que contempla al Señor de la Salud de espaldas a la cámara, con el chaval echándole el brazo sobre el hombro a la chiquilla ¿Cuántas historias puede encerrar una vieja fotografía?

Juan José Serrano tomaría esa mañana de Viernes Santo otra foto más del Señor en la misma entrada de San Román que también recoge aspectos curiosísimos.


Aquí nuestro antiguo Titular se ve más cercano y se puede apreciar que la corona de espinas es la anterior a la que en 1925 le tallara y donara Joaquín Bilbao. Como en la foto de Sánchez del Pando, otro paisano está reverenciando al Señor quitándose su sombrero cordobés, e incluso encontramos el ros de un militar, quizás el de un componente de la banda de música, mientras que ya en el interior del templo la cruz de guía parece esperar la entrada del Señor. Junto a las jambas de la vieja ojiva mudéjar, el farol que iluminaba la plaza en los tiempos en los que el alumbrado eléctrico de las calles aún no había llegado. En el grabado de la salida de la cofradía realizado por Francisco Hohenleiter, que publicó la revista Blanco y Negro en 1923, y que tenemos en el blog de cabecera, también encontramos ese farol. Debajo del mismo no falta siquiera el detalle de una convocatoria de cultos al Cristo de la Fundación de la Hermandad de los Negritos.

En fin, estampas que pronto cumplirán el siglo y que nos transportan a otra Sevilla, a otra Semana Santa y a otra Hermandad de los Gitanos, que supieron retratar estos antiguos y afamados fotógrafos.

(1) "Evolución de los dos pasos de misterio desde 1804 a 1923". Félix M. Hernández-C.Martín. Boletín CORONACIÓN de la Hermandad del Valle nº 59. Febrero de 2014.