jueves, 1 de noviembre de 2018

MI EJEMPLAR HERMANO MAYOR

En este siempre triste mes de noviembre, el de nuestra novena a los fieles difuntos, y a sólo unas semanas del fallecimiento de D. Manuel Moreno Serrano (q.e.p.d.), estas páginas dedicadas a la historia de nuestra cofradía no podían dejar de hacerle un humilde homenaje. Manolo Moreno, como lo conocía toda Sevilla, que se nos ha ido con noventa y ocho años y mucha hermandad vivida, fue una persona trascendental en el devenir de nuestra corporación, de manera que ésta no se podría entender hoy en día, tal como es, sin tener en cuenta todo lo que él le aportó. Y no nos referimos sólo al aspecto patrimonial, con ser importantísimo todo cuanto se realizó bajo sus mandatos (1). Aquel hermano mayor de mi infancia -mi primer hermano mayor- era un hombre de singular personalidad, y supo encauzar el barco que timoneaba con mano firme, imprimiéndole incluso rasgos de su propio carácter. Hombre tenaz, valiente y luchador, aparentemente serio pero siempre cordial y cariñoso con todos, profundamente religioso pero sin beaterías, con don de gentes y grandísimo carisma, abrió nuevos horizontes a la hermandad que luego sus sucesores inevitablemente continuarían. 

Genio y figura hasta la sepultura, tengo en la memoria mientras escribo estas líneas una escena de la que fui testigo el pasado Viernes Santo, allá por Ponce de León. Marchaba Manolo en la mañana, con todos sus años a cuestas, andando al ladito del Señor. Su yerno Ángel de Paz trataba de llevárselo a las sillas de la entrada del santuario, para que descansara, y cuando pasaban a mi lado acerté a escuchar que Manolo le discutía quedamente:

- ¡No, no! ¡Con la Virgen! Vamos para atrás a estar un ratito más con la Virgen.- A ver quien era capaz de llevarle la contraria tratándose de su hermandad, de su misma vida.

Nos hemos pensado mucho que documento debía acompañar a esta entrada dedicada a Manolo Moreno, porque había mucho donde elegir. Tirando de hemeroteca, podíamos haber puesto aquí la semblanza de su persona que publicó en la edición sevillana de ABC su redactor y hermano de honor de la cofradía D. Benigno González García, precisamente el mismo día en que se le entregaba a Manolo Moreno la primera medalla de oro de la corporación, aquel Viernes Santo de 1970, el año de la Legión, pero ya veis que sólo le hemos tomado prestado en parte el título (2). Otro artículo que barajamos fue el publicado en el diario "Pueblo" por el recordado periodista y hermano Manuel Lorente Garfia (3). Cualquiera hubiera hecho más justicia a los méritos de D. Manuel que las pobres palabras que nosotros pudiéramos pergeñar en este blog, y sin embargo, nos vamos a conformar con publicar tres sencillos recibos con su firma que tengo en casa. A muchos no les dirán nada, pero son todo un ejemplo de los desvelos que este hombre se tomó por su hermandad. Aquella hermandad familiar en la que las cosas se hacían con tesón y constancia.

Recibo de la colecta realizada en una reunión de hermanos en "El Tremendo". Domingo de Resurrección de 1963.


Recibo de la colecta realizada en el bautizo del niño José Manuel Tejera Mallén. 8 de octubre de 1966.

Recibo de la colecta realizada en el Bar Alfonso. 24 de octubre de 1966

Con el bordado del manto azul pavo y la confección de la corona de oro de la Santísima Virgen, una de las obras más significativas de su época fueron las potencias del mismo metal que Seco Velasco labró para el Señor de la Salud, estrenadas en 1967. Para su realización se nombró una comisión integrada por el propio Manuel Moreno Serrano, José María de la Concha Meneses y José María Loreto Lázaro, se les entregó un talonario de recibos númerados, se les autorizó a abrir una cuenta aparte, y cualquier reunión de hermanos, cualquier acontecimiento en aquella gran familia, era la excusa para que se acordaran de que el Señor y la Virgen tenían que tener lo mejor, se hiciera una colecta al efecto, y allí que estaba Manolo y alguno de los "Josemarías" extendiendo el recibo correspondiente. Eso sí, tachando del impreso las palabras secretario y mayordomo, porque en su humildad, a pesar de ser el hermano mayor, ellos eran ahí sólo unos comisionados (4). Seguro que algún veterano hermano conserva algún recibo más de aquel talonario para las potencias, que se distinguen precisamente por este detalle de las tachaduras de los cargos,

Manuel Moreno y su señora, Antonia Medrano, ofreciéndole al Señor de la Salud un nazarenito al que apadrinaron el Sábado de Pasión de 1967. Ese año el Señor estuvo de Besamanos en el altar mayor de San Román desde el Viernes de Dolores, que se bendijeron las nuevas potencias de oro, hasta el Domingo de Ramos. 

En fin. Se nos ha marchado para siempre Manolo Moreno y con él se nos va casi todo lo que nos quedaba de aquella esforzada generación de hermanos, y ahora sí, para terminar, voy a hacer mías las palabras con las que Benigno González finalizaba aquella semblanza que mencionábamos antes, sólo que pensando en la entrada en el cielo de Manuel:

"... delante, dentro de la glosa grave de una túnica y capa emblemática, con prócer movimiento de gesto, o empaque de príncipe tarteso o vitola faraónica, vara en mano y recompensa sobre el corazón, irá a cumplir la estación de penitencia el mejor gitano del mundo, mi ejemplar hermano mayor".


1.- Manuel Moreno Serrano fue nombrado miembro de la comisión para la elaboración de unas nuevas reglas, en representación de los hermanos, en reunión de la gestora celebrada el 4 de julio de 1956. En el acta del cabildo general para la aprobación de dichas reglas, el 10 de febrero de 1957, ya aparece como gestor, sin especificarse cargo en el gobierno de la hermandad, y cinco días más tarde, en cabildo de oficiales, a propuesta del gestor mayordomo José Lérida Vargas, se le nombra por unanimidad gestor en funciones de hermano mayor, aunque el señor cura párroco, D. Jerónimo Feria Ramos, al que, como tal, le correspondía la presidencia de la comisión, la asume a partir de marzo de ese año. Después, en marzo de 1958, ya nombrado gestor por decreto de la autoridad eclesiástica, y con el sacerdote D. Ramón Ferreira Beltrán como presidente, pasa a ejercer el cargo de segundo mayordomo. Aprobadas finalmente las nuevas reglas por el palacio arzobispal, se producen las primeras elecciones democráticas en mucho tiempo el 15 de junio de ese año. Manuel Moreno se gana el voto de la mayoría de los hermanos que asisten, sacando a la hermandad de la gestora y encarrilando una sucesión de mandatos durante casi dos décadas hasta que, por una nueva normativa diocesana que pretendía acabar con una excesiva duración de los cargos en las cofradías, dimite en septiembre de 1976 y ya no vuelve a presentarse. 
2.- GONZÁLEZ GARCIA, Benigno. "Cuatro letras a mi ejemplar hermano mayor". Diario ABC de Sevilla, edición de 27 de marzo de 1970. Pág. 30. 
3.- LORENTE GARFIA, Manuel. "Manolo Moreno, un cofrade digno de un gran homenaje". Diario Pueblo. Sevilla, edición de 27 de abril de 1970. Pág. 47. 
4.- Acta nº 52 de cabildo de oficiales celebrado el 18 de junio de 1959.