Traemos a estas
páginas un curioso documento, fechado el 26 de marzo de 1840, en el que la
hermandad solicita al provisor del arzobispado realizar estación de penitencia
desde la iglesia de San Esteban en la tarde del Domingo de Ramos de aquel año.
En este escrito es significativo cómo nuestra hermandad reivindica que, tal
como indicaban nuestras reglas de 18181, la hermandad tenía
fijado el día de salida en la tarde del Jueves Santo y que, a pesar de
esta eventualidad que planteaba sólo para aquella Semana Santa, no renunciaba
de ninguna de las maneras a ese lugar. De hecho, no pocas veces la
autoridad daba sitio a los Gitanos en la tarde del Miércoles Santo llegándose a
pleitear en varias ocasiones para reclamar el lugar
que nos correspondía en la tarde del Jueves Santo2.
Para contextualizarlo, la cofradía no realizaba estación de penitencia desde
18323, y en abril de 1837 se había trasladado desde el
Convento del Pópulo, desacralizado con la desamortización de Mendizábal a la
parroquia San Esteban4. El documento viene firmado por el
hermano mayor José de Campos5, quien en 1860 firmó la
petición de traslado de San Esteban a San Nicolás y cuya familia estuvo
presente en la hermandad durante tantos años6.
Como se aprecia al
margen del documento, la autoridad eclesiástica, en concreto D. Juan Baquerizo
Peña, nombrado provisor tras el destierro del Cardenal Cienfuegos, accedió el 1
de abril con su firma a aquella insólita salida el Domingo de Ramos. Eso sí,
puntualizando que no se perjudicara a las hermandades que tenían la costumbre
de salir ese día. Habría que aclarar que el cabildo de toma o señalamiento de
horas, en el que se dirimían los conflictos entre las cofradías por su prioridad
de paso en sus respectivas estaciones de penitencia, se celebraba entonces el
mismo Martes Santo, y no es hasta 1880 cuando pasa a la mañana del Sábado de
Pasión. De manera que parece que, con esta decisión de salir el Domingo de
Ramos, nuestra hermandad pretendía evitar aquellos dimes y diretes tan
frecuentes en aquel cabildo, y que solían acabar en costosos pleitos.
AGAS, Fondo Arzobispal, Srcc. III, sign.: 10022, expte. 2 © Cabildo Catedral de Sevilla |
Aquí
la trascripción del documento:
Señor Provisor
Los que suscriben Presidente, Alcaldes, Mayordomo, y
Secretarios de la antigua Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de la
Salud y María Santísima de las Angustias, establecida actualmente en la Iglesia
Parroquial de San Esteban, a V.S con el mayor respeto hacen presente: Que para
tributar culto a Dios nuestro Señor en sus sagradas imágenes y cumplir con lo
prevenido en su regla, han determinado en Cabildo General, hacer estación con
las mismas en el próximo Domingo de Ramos a la Santa Iglesia Catedral en el
modo, y forma acostumbradas. Tienen derecho a verificar este devoto acto a la
hora de tercia del Jueves Santo, según dicha regla. Sin renunciarlo, antes bien
protestando una, dos y tres veces, y las demás necesarias no perjudicarlo en lo
más mínimo, y que se aprovecharán de él cuando les acomodare, este año por
circunstancias particulares han elegido el expresado día.
Ya tienen permiso del Señor Alcalde 1º
Constitucional, según se acredita con certificación que exhiben para
los fines convenientes: por tanto=
Suplican a VS que habiéndola por exhibida,
y devolviéndosele después, se sirva concederles su licencia, facilitándoles
otra en que se inserte a la letra esta instancia, y el decreto que recayere.
Así lo esperan de la justificación de VS= Sevilla 26 de marzo de 1840.
Por el Hermano Mayor José de Campos
Por el Mayordomo
Jose de Mesa José de Góngora
Sevilla 1 de abril de 1840.
Concédese la licencia que se solicita por lo que
respecta a esta Jurisdicción Ordinaria Eclesiástica, sin perjuicio de la hora y
lugar que deben ocupar las hermandades que tienen costumbre de hacer su
estación el Domingo de Ramos a la Santa Iglesia Catedral y sin que pueda
alegar de posesión en ningún tiempo su suplicante, dándosele certificación
de este decreto por la Notaría de Gobierno.
Fdo: Dr. Baquerizo
En el vuelto de este documento se le concedió licencia a la
hermandad de la Amargura de San Juan de la Palma guardando la hora y lugar que
le correspondía. Esta cofradía trasladó finalmente su salida al Martes Santo
por las lluvías en el Domingo de Ramos, en la que tampoco pudo salir por las
mismas razones. De aquel Domingo de Ramos se hizo eco José Bermejo en sus Glorias religiosas de Sevilla, donde
señalaba que aquella estación fue “con mucho lucimiento y gran número de
nazarenos, llevando la vara de hermano mayor el intendente de rentas”7.
Además, Félix González de León también escribió sobre ello,
comentando que “en esta ocasión una imagen de San Juan acompañó a la Virgen de
las Angustias”8.
Sevilla en Abril. Revista Ilustrada de los Festejos. 1928. Adquirida por José Luis Dorado Mallén y Juan Carlos Vázquez Alejo. |
1.
Archivo de la Hermandad Sacramental de los Gitanos. Libro de Reglas de la Hermandad de los Gitanos y enmiendas de las mismas.1818-1819.
2. Un apresurado Miércoles Santo en el Pópulo
3. Suplemento al Diario de Sevilla de comercio, artes y literatura. Miércoles 11 de abril de 1832. Aparece nuestra cofradía como la primera en hacer estación de penitencia en la tarde del Jueves Santo; completaban ese día los Panaderos y Vera-cruz.
4.
VELÁZQUEZ Y SÁNCHEZ, José. Anales de
Sevilla: reseña histórica de los sucesos políticos, hechos notables y
particulares intereses de la tercera capital de la monarquía, metrópoli
andaluza de 1800 a 185. Página 471.
5.ROLDÁN BARRAGÁN, Cristóbal. "Pinceladas biográficas de un Hermano Mayor". Hermandad Sacramental de los Gitanos - Cuaresma 2014. 2014. pp 70-71
7. BERMEJO CARBALLO, José. Glorias religiosas de Sevilla. Noticia histórico-artística de todas las
cofradías de penitencia, sangre y luz fundadas en la ciudad de Sevilla. Edición
comentada, 2013. Coordinación Rafael Jiménez Sampedro. HERNÁNDEZ GONZÁLEZ,
Salvador. Colaborador del capítulo de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la
Salud y María Santísima de las Angustias, establecida en la iglesia parroquial
de San Román. Página 304.
8. Archivo Histórico Municipal de Sevilla., sección
XIV (Crónicas Sevillanas de González de León), tomo 44 (1840), pág. 30.
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