miércoles, 1 de mayo de 2024

EL MODELO DE LA CAVA

En el archivo de nuestra secretaría se conserva la vieja hojilla de inscripción de Manuel de los Reyes García, domiciliado en plena Cava de los Gitanos, en el número 120 de la calle Pagés del Corro. También figura en el libro-registro de hermanos de 1949, inscrito con el número 29 de la lista gitana. Pudiera pensarse que se trata de un hermano más, uno de tantos que han engrosado las filas de nuestra corporación, pero esa hojilla guarda una historia muy particular que hoy queremos contaros.

Manuel de los Reyes, era hijo y nieto de herreros. Su abuelo, Manuel de los Reyes Heredia, tuvo su fragua en el muro de San Antonio, junto a la Puerta de San Juan. Su padre Ramón, primero en la calle Diana (hoy Rosario Vega), a la vera del Monte Pirolo, y después en la misma Cava. Se da la circunstancia de que la hermana de Ramón, la tía Carmen de Manuel, era la madre de los "Gitanillos de Triana", así que Manuel era primo hermano de los famosos toreros. Él sin embargo habría dedicado toda su vida con gusto a hacer alcayatas, si no hubiera sido porque el pintor costumbrista José Rico Cejudo, paseando un día de 1925 por la Cava, se encontró al muchacho en la puerta de su casa y le ofreció que posara para él. Le daba tres pesetas, lo que no era mucho, pero le servían como un dinero extra para sus gastos, así que aceptó, siempre que ello no significara dejar el trabajo que heredaba de su padre. Eso de que los artistas escogieran como modelos a gitanos y gitanas no era infrecuente. Ya os contamos por aquí como el escultor Joaquín Bilbao acudió a otro hermano de nuestra corporación, Antonio Leira Heredia "Pichili", para que posara para la estatua ecuestre de San Fernando que preside la Plaza Nueva (1)


"Mozos". Óleo del pintor José Rico Cejudo (1864-1939).

Manuel de los Reyes acabó posando para escultores como Antonio Illanes Rodríguez o José Delgado Brackenbury. Illanes lo utilizó para ser modelo de sus tres primeros crucificados: un Cristo de la Expiración que hizo para Morón, y después para el de la sevillana hermandad de la Lanzada y otro para la de las Aguas destruido en la guerra. Brackenbury para el Sagrado Corazón en piedra que preside el frontispicio de la parroquia de la Concepción del barrio de Nervión. 

El mismo Illanes, en su libro autobiográfico "Del Viejo Estudio", escribiría la siguiente anécdota:

"El estudio se llovía por todas partes, por ser techumbre de tablas cartones y latas. Tallé un Cristo para una hermandad. El modelo de que me serví era un gitano alcayatero de La Cava (Manuel de los Reyes), que canturreaba con voz quebrada, de fragua, cuando estaba posando. (...) Ante mí, desnudo sostenía con una mano un paraguas para cubrirse de la lluvia que le caía" (2).

El trabajo de Manuel de los Reyes no pasó desapercibido para el periodista sevillano Francisco Coves Araisa, que vivía en el trianero y recién estrenado Barrio León. Lo entrevistó y le dedicó todo un artículo en el semanario ilustrado de tirada nacional "La Estampa", en diciembre de 1930. El título del reportaje lo dice todo: "El gitano que sirve de modelo para hacer imágenes de crucificados". Podéis leerlo completo en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional (3)


Artículo de la revista "Estampa" publicado el 13 de diciembre de 1930.

El caso es que eso de salir en los "papeles" debió de hacer popular a nuestro protagonista, tanto en Triana como en el seno de nuestra corporación nazarena, así que no es de extrañar que, en aquellos tiempos en que la elección de los cargos de gobierno de la misma se celebraba por aclamación a la entrada de la cofradía, el mismo Viernes Santo, Manuel fuera elegido miembro de junta. La ausencia de actas y documentación de esa época, por el incendio de San Román, el hecho de que los cargos tuvieran una duración más corta, y sobre todo la falta de escritos al ayuntamiento solicitando la subvención de esos años, nos impiden asegurarlo fehacientemente, pero lo que sí que es cierto es que el Correo de Andalucía lo menciona como uno de los cofrades asistentes, en representación de la hermandad de los Gitanos, a un banquete ofrecido en abril de 1934 a los señores Antonio de la Peña López y José Salvador Gallardo, presidentes respectivamente del Círculo Mercantil y del Ateneo, por su labor para que las cofradías pudieran procesionar ese año, en plena república, organizando al comercio local para que sufragara los gastos de la salida que el consistorio no podía aportar. A este agasajo concurrieron los hermanos mayores de las trece cofradías que habían procesionado aquella Semana Santa: los señores Aguilar, de la Macarena; Novoa, de la Exaltación; Olivares, de la Esperanza de Triana; Marchena, de las Siete Palabras; Gautier, de la Lanzada; Cortés, de la Trinidad; Morán, de San Benito; Muñoz Ubago, de la Cena; Vizcaino, de la Estrella; Serra Pickman, de Santa Marina; Vadillo, del Buen Fín; Tassara del Prendimiento y por la nuestra acudió el citado Manuel de los Reyes García (4)

Así que -fuera o no fuera hermano mayor- esta es la curiosa historia del Manuel de los Reyes de la hermandad, que nada tiene que ver por supuesto con el "Manolito Reyes" del granaíno Sacromonte, personaje de la copla que compusieran León y Quiroga y cantaron la Niña de los Peines o Vallejo en esos mismos años, aunque eso sí, ambos trabajaban felices en su vieja fragua.


1.- Véase en el blog  "La Corona de Espinas de Joaquín Bilbao".
2.- PARRA MEDINA, Sergio Jesús "De la Clemencia y la Sed en la obra de Antonio Illanes". Web La Hornacina. 2 de diciembre de 2020.
3.- COVES ARAISA, Francisco. "El gitano que sirve de modelo para hacer imágenes de crucificados". Revista gráfica Estampa. Núm. 153. Edición de 13 de diciembre de 1930. Página 9. Hemeroteca de la Biblioteca Nacional.
4.- Boletín de las Cofradías de Sevills nº 91, Abril de 1967. Pág. 10.