Siguiendo como en algunos años anteriores intentaré acercar un poco lo que era y como era nuestra hermandad durante la cuaresma y Semana Santa de hace cien años, hoy nos toca el de 1924. Como era norma general para todas las cofradías, estas dirigían sus escritos al Ayuntamiento de Sevilla para comunicar su salida, estrenos, recorridos o demás asuntos relacionados con la seguridad de las procesiones. En la corporación de los Gitanos fueron dos escritos que traemos a estas pásinas.
Archivo Municipal de Sevilla. Ferias y Festejos. Año 1924. Expediente 1. D/667. |
En el primer escrito se dice lo siguiente.
Excelentísimo
Señor Alcalde, la hermandad que al margen pone acuerda hacer estación a la
Santa Catedral con sus imágenes en la madrugada del Viernes Santo. El
recorrido: Peñuelas, Bustos Taveras, Gerona, Alcázares, Coliseo, plaza de la
Encarnación, Universidad, Orfila, Unión, plaza del Duque, regreso a lo que su
excelencia mande, Dios guarde a V. excelencia muchos años.
Sevilla
29 de febrero de 1924.
Mayordomo Hermano Mayor
Manuel
Vega Antonio Moreno
Como
se puede ver, prácticamente el mismo recorrido que se realiza ahora a pesar de
salir de una sede diferente, el cambio sería el de la calle Dueñas por el de
Bustos Tavera. Entonces la Casa de Alba no estaba aún vinculada con la
hermandad, pero la calle Gerona sí estaba llena de hermanos y devotos. Está
firmado por el hermano mayor Antonio Moreno Vega, hijo de Nicolás Moreno
Camacho del que en alguna ocasión ya hemos hecho mención, y por el secretario
Manuel Vega, y aunque no pone el segundo apellido, es muy probable que fuese el
mayor de los Gitanillos de Triana, Manuel Vega de los Reyes
"Pacorro", que entonces tendría alrededor de los treinta años.
El
vicario general del arzobispado, Jerónimo Armario, responde el mismo 29 de
febrero otorgando licencia.
Archivo Municipal de Sevilla. Ferias y Festejos. Año 1924. Expediente 1. D/667. |
El siguiente
escrito es realizado en el Domingo de Ramos de ese año.
Teniendo
acordado esta hermandad hacer estación de penitencia a la Santa Iglesia
Catedral ruego a V.S. de las órdenes oportunas para que fuerza su digno mando
nos acompañe en dicha estación que hacemos a las 2 de la madrugada.
Dios
guarde a V.S….
Sevilla
13 de abril de 1924.
Manuel
Vega
Ese
mismo día, el representante del municipio, señor Jiménez Cortés, corroboró las
palabras de la autoridad eclesiástica en el sentido de que aquellas cofradías que
no llegaran a tiempo a la Campana en la hora señalada serían multadas y el
importe de estas multas se entregaría a las que hubieran cumplido lo mandado1. Además, también se
indicaba que todas las cofradías al salir de Catedral tendrían que recorrer las
siguientes calles: Moret, Placentines, Francos, Chapineros, Álvarez Quintero y
plaza del Salvador, y desde este punto a sus respectivos templos. Quedaba “prohibido
terminantemente” el paso por las calles Manuel Cortina, Bruna, Hernando Colón y
García de Vinuesa. Finalmente, no hubo que sancionar a ninguna hermandad en esa
Semana Santa. En el Cabildo de Toma de Horas del 25 de marzo de 1924 se estableció
el horario del paso de la cofradía por carrera oficial, siendo el siguiente:
Cruz en Campana: 5:10; Plaza San Francisco: 5:55; Puerta de San Miguel: 5:25; Fuera de la Catedral: 5:45.
Se
concedió una subvención de 1117 pesetas, la que menos percibía de entra las del
resto de la madrugada. La nuestra era una cofradía muy humilde y así lo recoge
ese mismo año la prensa en cuaresma en una crítica hacia el Ayuntamiento y la
escasa subvención procedente de las sillas: “Todos
los años hacen estación varias Cofradías que la fe y la buena voluntad de un
puñado de hombres logran el milagro. Nos referimos a la conocida por la de los
Gitanos y la de la Virgen de la Estrella”2. Por fotografías podemos apreciar estrenos casi año a
año. En este, podemos identificar sin ninguna duda que los cuatro candelabros
de esquina son procedentes del antiguo paso de Nuestro Padre Jesús de Pasión
realizado por Juan Rossi en 18653
que en 19094 es adquirido
por la hermandad de San Roque con la que en las primeras décadas del siglo XX
hubo una estrecha relación en cuanto a préstamos de enseres.
Nuestro Padre Jesús de la Salud en la Plaza de Argüelles en 1924. Foto de Cecilio Sánchez del Pando. Archivo Hermandad Sacramental de los Gitanos. |
En la
gran cantidad de detalles que nos arrojan estas fotografías, en esta primera
tomada en la plaza de Argüelles, hoy de San Pedro, reparo puntualmente en dos
de ellos: el primero es que el Señor lleva un doble cíngulo diferente grosor;
el otro es que, en el margen de la foto, aunque aparece cortado se ve un
antifaz levantado de un tono más oscuro y diferente al resto donde se puede ver
un poco el escudo del mismo. Ese escudo no corresponde al antiguo de nuestra
corporación, sino casi sin duda al de la Macarena. ¿Qué haría un nazareno de la
Macarena delante del paso del Señor de la Salud a poca distancia de recogerse y
tan distanciado del cortejo de la cofradía de San Gil?
Postal Serie Nazarenos. San Román Los Gitanos. Eulogio de las Heras. Archivo Juan Carlos Vázquez Alejo. |
¿Y qué se decía en las crónicas de 1924 sobre Los Gitanos? En una ocasión anterior trajimos a estas mismas páginas que en el acompañamiento musical se encontraba el Brigada Rafael. Es un hecho bastante significativo pues este acompañamiento musical estaba entre los más cotizados de las hermandades de Sevilla5.
En
el diario El Liberal6 en
varios párrafos se dice que:
La Semana Mayor
Jueves y Viernes Santos
...
¡Van muy lejos los macarenos! Se inicia
el desfile hacia los barrios. Empieza á pasar San Román, la modestísima
Cofradía de los gitanos, con su «paso» pintado de amarillo, su «Pare Dió de la
Salú» con su túnica lisa y pobre —-Si El no vestía más que así, señó—dice un
nazareno color de bronce.
…
Sigue á la Macarena San Román. Los
flamencos esperan a la familia en el mercado. Los «cañís» chiquitillos tienen
todos su globito. —¿Ya te han mercao er globo, Gaspá? No te vaya á di, niño.
—¡Cómo viene er Señó, Grabiela! i Qué bonita viene Angustia...!
…
Vallejo es un cantador flamenco, el mejor
cantador flamenco que nos queda, con voz clara. Les tres mejores saeteros son:
Pastora la de los Peines, Vallejo y Centeno. Los tres que llenan con su voz potente
y clara la plaza de una parroquia. —los demás son «pitaeras»— nos dice un
«cañí». La saeta hay que cantarla con el corazón y con el alma, si no, no es
ná. Vallejo no cantó en ningún Casino, porque él «no es plato de segunda mesa».
Los que cantamos en los balcones estamos expuestos á dejar la finca allí, en la
segunda copla. Pero Vallejo es flamenco, es sevillano, es artista, y sus saetas
no se le quedaban por cantar. Y en la plaza de San Román, maciza de público,
cantó Vallejo al Cristo de la Salud. ¡Cómo cantó ese hombre! Baste decir que
los hermanos de la Cofradía volvieron el «paso» del Cristo para el balcón en
que Vallejo cantaba.
Queremos para concluir dejar estas tres últimas fotografías de la recogida de nuestra cofradía tomadas desde diferentes puntos de la parte superior del Uno de San Román. Llenas de sabor y de popularidad, a rebosar como los indica el texto. Antifaces levantados, hermanos nazarenos bajo el dintel de San Román, la gente en los balcones, los globos en la esquina de Enladrillada con Socorro…
Nuestro Padre Jesús de la Salud a punto de entrar en San Román en 1924. Foto Cecilio Sánchez del Pando. Archivo Juan Carlos Vázquez Alejo. |
Sevilla en Abril. Revista Ilustrada de los Festejos. 1928. Adquirida por José Luis Dorado Mallén y Juan Carlos Vázquez Alejo. |
Entrada de Nuestro Padre Jesús de la Salud en San Román en 1924. Fotografía de Cecilio Sánchez del Pando. Archivo Hermandad Sacramental de los Gitanos |
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