Es sabido que nuestra titular posee en su ajuar una bella corona en plata sobredorada, atribuida por algunos al prestigioso orfebre Eduardo Seco Imberg, que ha lucido en la cabeza de las tres dolorosas coronadas canónicamente de la madrugada. Su historia es bastante conocida, aunque no por eso vamos a dejar aquí de repetirla, añadiendo algunos matices, y claro, como es norma en el blog, aportando algún documento o reseña (1).
La primera en llevar esta presea, pues para Ella fue hecha, fue la Esperanza de Triana, allá por los años de la Exposición Iberoamericana de 1929. Sucedió que el entonces mayordomo y después hermano mayor de la corporación trianera, D. Jacinto Flores Gómez, adelantó el dinero que había costado, cosa habitual entre los mayordomos de la época, pero el hombre falleció en 1931 sin que se hubiera saldado la deuda, de modo que éste y otros enseres quedaron en posesión de su viuda, que era además camarera de la Virgen. En 1933, quizás por alguna desavenencia, la mujer dimitió de este cargo, y aunque se le reconoció la deuda, tratándose de que devolviera la corona, la señora dijo que todo lo que había en su casa era propiedad de su difunto esposo, así que ahí terminó el paso de esta corona por San Jacinto.
La Esperanza de Triana en 1929 luciendo la corona de Flores en su paso de palio. |
Tras estallar la guerra civil, la hermandad de la Macarena entrega al tesoro nacional, para sufragar los gastos de guerra, su corona de oro de 1913, que había diseñado Juan Manuel Rodríguez Ojeda y labrado la joyería Reyes. Aunque dicha corona se devolvió sólo un año después, tras pagar la hermandad su precio en metálico, la Esperanza Macarena usó la atribuida a Seco Imberg en ese intervalo. Pero no fue la única que utilizó. También consta que portó en algun culto la de la Virgen del Dulce Nombre. Como vemos en la instantánea de abajo, ya por las fechas en que la Esperanza Macarena lució ésta de la que estamos tratando, se le habían retirado las doce estrellas que originariamente tenía.
La Esperanza Macarena en la Anunciación en los años treinta, con la misma presea. |
Lo que es más que dudoso es que la corona fuera nunca propiedad de la corporación de la Macarena, sobre todo si, prescindiendo del no muy acertado titular, leemos entre líneas el artículo de prensa que hoy traemos al blog, y que se publicó en el diario F.E. el Miércoles Santo 9 de abril de 1941, con motivo de su entrega a nuestra hermandad. Dice así (2):
La antigua corona de la Macarena, para Nuestra Señora de las Angustias
En la iglesia parroquial de Santa Catalina, á la una de la tarde de ayer martes, se celebró un hermoso acto de confraternidad y compenetración espiritual entre dos de las cofradías más populares de Sevilla: la de la Esperanza, de la Macarena, y la de los "Gitanos", que hacen estación á la S.I.C. en la madrugada del Viernes Santo.
Ambas Juntas de Gobierno se reunieron ante el altar donde se venera á Nuestra Señora de las Angustias, titular de la Hermandad de los "Gitanos", para hacer entrega á ésta de la corona que antaño lucía la Virgen de la Macarena en su brillante desfile por las calles sevillanas, y que en su tiempo fue ofrecida á la señorita María Queipo de Llano para la Virgen de las Angustias, de la cual es camarera. La corona ha sido adquirida expresamente para este obsequio por la Junta de Gobierno de la Esperanza, habiendo contribuido también con sus donativos varios entusiastas macarenos.
El hermano mayor de la Esperanza, coronel del Cuerpo Jurídico don Francisco Bohórquez, pronunció breves palabras en el momento de hacer la entrega de la corona, preciada y artística joya, diciendo que se congratulaba y á todos les satisfacía grandemente, de que fuera lucida por la Virgen titular de una Hermandad como la de los "Gitanos", que tantas simpatías goza en el pueblo de Sevilla. En nombre de la cofradía recipiendaria le contestó el secretario, don José Vega (3), quien expresó el profundo agradecimiento de todos los hermanos por el bello gesto de desprendimiento de cuantos han contribuido al donativo, haciendo patentes los arraigados sentimientos de amistad y comunidad espiritual existentes entre ambas Hermandades.
Después fueron recibidos de hermanos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Salud todos los componentes de la Junta de Gobierno de la Macarena, y quedaron hechos hermanos, á su véz de ésta, todos los miembros de la Mesa de los "Gitanos", la cual, terminada la ceremonia, obsequió a sus visitantes con una copa de vino español.
La Virgen de las Angustias en los años cuarenta del siglo pasado. |
Como vemos, se señala que la corona se ha adquirido expresamente por los macarenos para su donación, por lo que todavía entonces puede que fuera propiedad de la viuda de Flores o de un tercero. Puesto que, no sólo se les había devuelto la suya de oro, sino que además ya tenían otra en plata sobredorada para uso diario en el camarín, encargada en 1940 a la joyería Dalmás, decidieron comprar ésta para donarla a nuestra Virgen, con lo que, a la vez que se tenía un bello gesto con nuestra hermandad, se complacía a Maruja Queipo de Llano, que habría preguntado por dicha presea para que se le prestase a nuestra titular, seguramente desconociendo su procedencia y que no era patrimonio de la hermandad.
La corona fue durante tres décadas la única que tenía nuestra Virgen. Cuando en 1972, durante el mandato como hermano mayor de Manuel Moreno Serrano, la hermandad consigue que las Angustias también tenga su corona de oro, obra de Manuel Seco Velasco, ésta sobre la que tratamos pasa a ser de uso diario, pues la de oro sólo salía del banco para la estación de penitencia y en muy contadas ocasiones, e incluso cuando en 1991 se realiza una réplica en plata de la de oro por orfebrería Triana, tampoco dejó de emplearse de vez en cuando. Es más, se restauró en el año 2000 por Manuel de los Rios, como consta en una inscripción colocada en su cruceta. Es desde hace algo más de una década cuando han dejado de ponérsela a nuestra titular, y no sabemos los motivos. En Triana gusta tanto que incluso la han pedido prestada en años recientes en dos ocasiones. Una en 2016 para la exposición "Un sueño de forja y cerámica", que se realizó en el Círculo Mercantil, y otra en 2020, para ponérsela a la Esperanza cuando salimos de la pandemia, sólo por el gusto de recrear estampas antiguas de su Virgen. Algo que, por ejemplo, se podía haber hecho en esta última salida extraordinaria de nuestra titular hace unos días, en la que parece que se quiseron también recuperar estéticas de antaño.
En fin, quizás algún día, los que crecimos rezándole a nuestra Virgen contemplando esta corona sobre sus benditas sienes, y los más jóvenes, que sólo la conocen por fotografías, podamos volver a vérsela puesta.
1.- SÁNCHEZ DE LOS REYES, Fco. Javier. "Una misma corona para tres dolorosas coronadas". Boletín Hermandad Sacramental Esperanza de Triana. Nº 59. Adviento de 1997. Págs. 24 y 25.
2.- F.E. Diario de Falange Española de las J.O.N.S. Sevilla. Edición de 9 de abril de 1941. Pág.4.
3.- Por la fecha se trataría de José Vega Niño, que también ocupó el cargo de hermano mayor de la cofradía, y al que hemos nombrado en varias entregas del blog.
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