sábado, 1 de octubre de 2022

LA REVISTA LUCES DE SEVILLA Y LA HERMANDAD DE LOS GITANOS

Hace un par de años, José Luis Dorado y yo adquirimos entre los dos una revista de 1953 en un anticuario, donde nos llamó la atención la ilustración que venía en la primera página. Se trata sin dudas de una costumbrista representación de nuestra cofradía a principios del siglo XX. Podemos apreciar que es el antiguo Señor de la Salud, sobre lo que parece la canastilla del paso adquirido a la hermandad del Valle. En la esquina inferior del dibujo, realizado a plumilla, viene la firma de “Boni”, quien pensamos que no puede ser otro que el pintor, cartelista y delineante Guillermo Bonilla García, autor de la policromía de Nuestro Padre Jesús de la Salud, diseñador del antiguo paso Cristo estrenado en 1946, y que probablemente firmara con este seudónimo sus obras menores. Esta autoría nos la confirmó la recuperación del pergamino donde se nombraba a Maruja Queipo de Llano camarera de honor perpetua, también realizado por Bonilla, que contiene una acuarela en la que aparece la misma escena y los mismos personajes en idéntica actitud (1).




"Luces de Sevilla", revista dedicada a exaltar las fiestas primaverales de la ciudad, tenía un importante vínculo con la hermandad. Su director y propietario era nada más y nada menos que José Vega Niño, antiguo factótum de la cofradía, aunque ya por las fechas estaba apartado del gobierno de la misma. La dirección literaria corría a cargo del redactor jefe de Radio Nacional de España en Sevilla, el periodista Remigio Ruiz Fernández. El número en cuestión se editó en la imprenta Morón, en el número 14 de la calle Sol, pero como domicilio de la publicación figura el del mismo José Vega Niño, que vivía por entonces en el número 63 de la calle Betis (2).  




Hoy queremos traeros al blog dos textos de esta revista dedicados de algún modo a nuestra hermandad, que precisamente aquel año cumplía sus dos siglos de existencia. Uno primero, es del poeta Juan Rodríguez Mateo (1888-1962), y en él hace un elogio de las antiguas saetas, finalizando con una letra por dicho cante dedicada al Señor de la Salud. El segundo, titulado "Paresito Güeno", también ofrecido a nuestro Cristo, es una sencilla composición de una desconocida Lucía Morón, aunque sospechamos que su verdadero autor bien pudiera ser el propio Vega Niño, que recurría al mismo estilo en sus aficiones poéticas. Para terminar, os dejamos una foto de la Virgen de las Angustias realizada por Juan José Serrano, que figura como una de las ilustraciones de la revista, en la que nuestra titular aparece luciendo un manto prestado por la hermandad del Baratillo, cofradía a la que pertenecía Guillermo Bonilla, y a cuyo Cristo, tallado por Ortega Bru, también le realizó la encarnadura.



La Saeta

La saeta es el cantar más emotivo, más hondo, más ingenuo y a la vez más sublime de todos los cantes andaluces. La saeta es el corazón del pueblo, traspasado por el dolor divino, del que brotan lágrimas fervorosas, que cuajadas en dardos fulgurantes, penetran profunda y suavemente en las entradas de la noche velada por los martirios y entenebrecida por la muerte de Nuestro Señor, en la semana de su Pasión Gloriosa. La saeta genuinamente popular, surge espontánea de los labios contraídos por el misterio de la dolorosa belleza de las sagradas imágenes en su devoto tránsito procesional por las calles del pueblo. Desde el borde de una acera, desde el refugio de un portal, tras una reja recatada, desde el barandal de un balcón orlado de geranios, una voz temblorosa- quiebra el ritmo silencioso del "paso" resplandeciente de cirios y flores, esparciendo en su torno la dulzura de sus amargas y serenas armonías.

En nuestros tiempos, difundida por radio y divulgada por la resonancia de la Semana Santa sevillana, ha adquirido popularidad un estilo de saetas, en los atormentados jipíos, los desgarradores acentos, los lamentos desencadenados o entretejidos, propios de otros cantes siriguiyas gitanas, martinetes aunque armonizados con gran fuerza emotiva, contrastan fundamentalmente con la hondura serena y luminosa de la saeta vieja, que aún conserva, vista y luce sus galas en las ingenuas procesiones pueblerinas.

En la luz del alba del Viernes Santo, al paso del Señor de la Salud, tiembla la voz escalofriante de algún gitano fervoroso que dejó el martillo y apagó la fragua para encender la llama de su pecho y repiquetear ante su Cristo la oración de su especial saeta:

¡Ay, Cristo de los Gitanos,

el Hijo de la más Buena!

¡Cómo resbala tu pena

por el cobre de tus manos 

y por tu cara morena!

J.Rodríguez-Mateo


Paresito Güeno

M'han dicho, Pare bendito, que un verso yo te escribiera, los gitanitos que vienen roando er mundo a mi lao, porque se creen, ¡probesitos!, que eso lo jase cualquiera, y no saben, Paresito, que si yo escribí supiera no sería, como semos, de los malos despreciaos. 

¿Cómo escribí lo que eres, Paresito bendesío, caminito der Carvario, con er peso de la Crú? ¿Cómo expresá lo que vales, escarsito, esmoresío? ¿Cómo desí lo que expresa por las espina jerío, er Señó de los Gitanos, er Cristo de la Salú?

Y entre cien túnicas blancas y morás, yo te buscaba y te he encontrao, Paresito, pleno de amor y de fe, pa vé, Paresito güeno, si la inspiración encontraba, pa vé si viendo tus ojos me inspiraba de una vé. 

Y mirándote he sentío el vibrar de la trompeta, el redoble de tambores y el murmureo populá, y la vó de un gitanito cantarte una saeta, ha llegao a los luseros, como un lírico cometa, y s'ha metío en mi arma y m'ha jecho llorá.

Y yo que apenas me canto por humildes soleares, he sentío una vergüenza...¡y jasta envidia a la par! ar vé que er mundo te canta, Dios bendito, Santo Pare, con una voz que en la tierra naide habrá que la compare, ¡y a pesá de sé gitano, yo no te la sé cantá!

Pero si sirve la sangre, Paresito, de mis venas, pa escribí lo que me inspira tu divina majestad, yo te escribo ¡Pare nuestro!, amparo de nuestras penas, y te digo: Paresito...¡quién te supiera cantá!


Lucía Morón


María Santísima de las Angustias en los años 40. 
Fotografía de Serrano. Revista Luces de Sevilla. 


1.- Véase la entrada del blog MARUJA Y EL SELLO DEL GENERAL, en la que figura dicho pergamino.
2.- Libro de hermanos diligenciado en abril de 1949 por el secretario José María de la Concha Meneses. Archivo de la Hermandad Sacramental de los Gitanos.