Al hilo de lo que Juan Carlos Vázquez escribía el mes pasado sobre la túnica del magistrado, y en particular sobre la postal que Ediciones Arribas comercializó aquellos años con el Señor de la Salud vistiéndola, he pensado traeros hoy otra conocida tarjeta, en esta ocasión de la Virgen, que la editorial zaragozana realizó por las mismas fechas, y que muy probablemente se tomó a la vez que la primera.
Tarjeta postal nº 256 de la colección SEVILLA.- SEMANA SANTA. Ediciones Arribas. |
Ambas postales ya fueron analizadas por el recordado historiador e insigne cofrade Juan Martínez Alcalde en el Boletín de las Cofradías (1), pero hay algunos detalles de esta última de la que os hablo que habría que investigar. Con respecto a la autoría de la foto, habría que decir que la editorial trabajaba con fotógrafos locales que le vendían los negativos y le cedían los derechos, de manera que en dichas postales no solía aparecer el nombre del autor. Los negativos estarán por tanto en poder de los herederos de los fondos de Arribas, pero quizás en el archivo de algún fotógrafo sevillano se encuentren los de otras instantáneas desechadas que nos pudieran ayudar a identificarlo.
Reverso de la tarjeta postal, con indicación de que la hermandad está establecida ya en San Román. |
En cuanto a la fecha, no consta en el reverso el depósito legal, que sólo fue obligatorio para las postales a partir de 1957, pero sí que figura en la descripción que la hermandad ya está establecida en la parroquia de San Román, por lo que la foto habría que fecharla entre 1950, año del regreso a la que fue nuestra antigua sede, y 1955, año del estreno de los varales salomónicos. En la postal, como se ve, figuran aún los antiguos. Quizás se pudiera recortar aún más el margen de tiempo por delante, si consideramos que la foto se tomó a la misma vez que la de la postal del Señor, que estrenó la túnica con las aplicaciones de orillo en 1951, y por detrás, teniendo en cuenta que en 1954, cuando procesionan por última vez estos varales, fueron decorados envolviéndolos con guirnaldas para ocultar su mal estado.
Está ataviada la Virgen por el entonces vestidor, Francisco Ponce Redondo, con la saya y el fajín que se realizaron en 1944 con el traje de luces que vistió Francisco Vega de los Reyes "Gitanillo de Triana" el día de su fatídica cogida, saya que actualmente está en proceso de restauración costeado por la familia Vega. El tocado y el pecherín me dice Juan Carlos Vázquez Alejo que parecen realizados con una conocida pieza de raso de seda, bordada a canutillo, perteneciente a la Esperanza de la Trinidad, probablemente prestada para esa madrugá (2). Sobre el manto -que puede que sea el carmesí sin bordados que le cosió Maria Luisa Jiménez Oliva, la señora del mayordomo José Lérida y Vargas- lleva la famosa mantilla de Peñaranda, y por encima de ésta se le ha colocado una pequeña toca de sobremanto con borlones que no conseguimos identificar con ninguna de las que ha tenido la Virgen de las Angustias, por lo que también pudiera ser cedida para la ocasión. Invito a algún hermano más experto en el ajuar de la Virgen que nos lea a que nos aclare algo en los comentarios.
Raso de seda bordado a canutillo con aplicaciones metálicas de la Hermandad de la Trinidad. |
Nos puede llamar la atención las pocas alhajas que adornan a la Señora, pero esto no sería nada extraño. La foto parece hecha con la cofradía ya recogida, seguramente una tarde de Viernes Santo o incluso un Sábado Santo, y las joyas se solían retirar tal como terminaba la estación de penitencia para devolverlas a los hermanos, devotos y benefactores que las habían cedido. La corona finalmente es la de Flores, que perteneció antes a la Esperanza de Triana y a la Macarena.
Hay sin embargo un último y singular detalle que es el que me ha ayudado a fechar definitivamente la foto: ¿Os habéis fijado en el llamador? Un dragón oscuro o una gárgola, como de hierro, que desentona con el resto del plateado del paso. En una entrevista concedida en marzo de 1953 a la revista "Cruz de Guía" del diario Sevilla, la comisión gestora -más que seguramente el inefable Joselito Lérida- contestaba así a las preguntas del joven periodista Enrique Hernández-Luike sobre los estrenos que se iban a realizar la próxima Semana Santa:
- Este año, con motivo del segundo centenario, supongo que habrá buenos estrenos.
- Una toca -¡Vaya toca!- que nos ha regalado nuestra protectora la señora de Carrión (3) , que tiene a sus piés los corazones agradecidos de tós los gitanos. Ella es quien nos paga las flores todos los años. Además estrenamos ocho ciriales reconstruidos pero que han quedado como nuevos. Cuatro jarras circulares de cincuenta centímetros. Entrevarales con un angelito central sobre plata. Una saya confeccionada por Carrasquilla de un traje de Gitanillo de Triana. Ya tiene dos. La otra está hecha del traje que llevaba Curro Puya cuando lo cogió el toro.
Y, además, dos incensarios y navetas, también reconstruidos, pero mu bonitos, y er llamadó. El año pasado tuvimos que improvisá uno de hierro que arrancamos de la sacristía.
Así que ya sabemos de donde fue arrancado ese terrible dragón, que no sería más que la aldaba de una puerta de la sacristía, y que esta foto de la postal, y probablemente la del Señor con la túnica de magistrado en el interior de la iglesia, se tomaron en 1952.