miércoles, 1 de marzo de 2017

EL DESAPARECIDO MANTO VERDE

Hace unos meses, recordando a Manolito Bermúdez, mencionamos el manto verde que un grupo de hermanos regaló a nuestra Bendita Titular allá por 1962. He encontrado en el archivo de mi padre unas cuentas que se enviaron a cada uno de los donantes y que nos aclaran como fue realizada la prenda.

Era intención de los donantes que la Virgen tuviera un manto de camarín que completara su entonces escaso ajuar, y se pensó que debía de ser verde, color que la liturgia reserva al tiempo ordinario. A tal efecto se compró el terciopelo en los almacenes Ferbu de la calle Cuna, al precio de 1.770 pesetas. Los forros se adquirieron en los Almacenes Ciudad de Sevilla de la calle Álvarez Quintero, por 420 pesetas, y también dos comercios sevillanos tan tradicionales como Cordonería Alba y Casa Rodríguez, de la calle Francos, tuvieron su parte en la obra, vendiendo el material de bordado a 725 y 1.572 pesetas respectivamente.

Para el diseño se contó con la colaboración del imaginero José Paz Vélez, que cuantificó su dibujo del bordado en  500 pesetas, que no quiso cobrar, y algo similar ocurrió con  Dolores Pérez Tascones, "Lolita la Bordadora", como era conocida en el seno de las cofradías, que tampoco quiso tomar las 2.500 pesetas en que se valoró su trabajo, y sólo aceptó las 199,50 pesetas que se había gastado en los "avíos".

En cuanto a la confección del manto en sí, en los papeles aparece el nombre del entonces prioste y vestidor de la Virgen, Juan Miguel Ortega Ezpeleta, años después hermano mayor, que donó el importe de los trabajos de costura: 400 pesetas. De su trabajo y del de su madre, pués aquella venerable gitana que se llamó María Ezpeleta Moreno, que parió a dos hermanos mayores de nuestra hermandad, también echó sus horitas con la aguja y el hilo.

El manto se estrenó el 30 de Diciembre de 1962, en el Triduo que entonces se celebraba previo al Besamanos del dia de año nuevo, y que ese año se realizó excepcionalmente en el altar mayor de San Román y además duró dos días.

Besamanos en San Román de María Santísima de las Angustias el 1 de Enero de 1963.
Nuestra Señora con el Evangelista presidiendo el retablo de la capilla en San Román. 1982.
Quinario de 1992


Lamentablemente este manto no se conservó como tenía que haber quedado, como reliquia de otros tiempos, y primero se quiso enriquecer en los años noventa, añadiéndosele unos bordados de Fernández y Enríquez, y después se desbarató a principios de este siglo para aprovechar parte de su guardilla en uno nuevo de color azul cobalto. Precisamente el que la Virgen está usando estos días. Posteriormente Ortega Ezpeleta, en un nuevo mandato, trató de arreglar el desaguisado encargando al taller de Brenes otro manto verde con grandes bordados que ya nada tenía que ver con éste del que hablamos.

De todos modos, muchos recordaremos siempre a la Virgen vestida así en nuestra infancia, con aquel humilde manto que le regalaron aquellos devotos hermanos, en su mayoría ya fallecidos.